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El murciélago de cueva es el vespertiliónido más abundante en los 
hábitats cavernosos. Se trata de un murciélago de tamaño mediano, con una 
longitud de 4 a 5 cm y un peso de entre 10 y 15 g. El hocico es muy corto, 
conformando una cara que recuerda la de un perro pequinés. Las orejas son 
triangulares, muy pequeñas y separadas. El pelaje es de color pardo grisáceo, 
mucho más claro en el vientre. 
 
 Hasta el momento se han descrito tres subespecies: Miniopterus schreibersii 
schreibersii, en Europa y el norte de África, Miniopterus schreibersii 
fuliginosus, en el sur de Asia, y Miniopterus schreibersii pallidus, en el 
Cáucaso y Oriente Próximo.
 
 
 Biología
 
 
 
  
  
      | .Nosotros entendemos,una  cueva como una puerta abierta hacia el interior de la tierra, seguir el curso de sus cavidades asegura un fuerte impacto visual y unas sensaciones muy gratificantes.   
        
        
          
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            Reservas e informacion |   Proponemos esta actividad para aquellos que quieran gozar de la belleza interior de estos impresionantes entornos apenas alterados en el transcurso de los siglos
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 El murciélago de cueva es capaz de utilizar gran número de ambientes, con la 
única condición de que existan cavidades adecuadas para su uso como refugio, 
pudiendo aparecer tanto en áreas litorales como en sistemas montañosos hasta el 
límite altitudinal de los 1.500 m. En general, para la alimentación prefiere 
medios abiertos, áreas de matorral en las que desarrolla un vuelo directo y 
rápido, hasta 55 km/hora, a la caza de mariposas nocturnas, mosquitos y otros 
insectos que captura en pleno vuelo y a unos 15 m del suelo. Se desconoce cuanto 
tiempo dedican a la caza, pero se sabe que abandonan el refugio poco después del 
ocaso y que para alimentarse pueden desplazarse a áreas alejadas varios 
kilómetros.
 
 Se trata de una especie extremadamente gregaria, siendo frecuente que todos los 
murciélagos de un área muy amplia formen parte de una única población y, llegado 
el momento de la reproducción o la hibernación, se concentren en refugios que 
pueden llegar a albergar colonias de varios miles de ejemplares. En el sur de 
Francia se han llegado a censar casi 60.000 individuos en un único refugio. El 
resto de refugios del área pueden ser utilizados temporalmente por grupos más 
reducidos, en los desplazamientos para la caza, o durante los movimientos 
migratorios hacia los refugios de cría o invernada que pueden suponer 
desplazamientos de hasta 350 km.
 
 Para la hibernación eligen refugios de temperatura relativamente fría y 
constante que ocupan a finales de octubre. El periodo de hibernación es no 
obstante más corto y suele iniciarse en el mes de enero, cuando los murciélagos 
reducen su actividad metabólica y cuelgan densamente agrupados del techo de la 
cavidad. El letargo se mantiene generalmente hasta finales de febrero, 
iniciándose enseguida el abandono del refugio y la dispersión hacia otros 
refugios de menor entidad.
 
 En los meses de marzo y abril, la mayor parte de la población, principalmente 
las hembras, vuelve a reunirse en los refugios de reproducción, formando 
colonias de cría que pueden compartir con otros murciélagos cavernícolas, como 
el ratonero grande y mediano o los de herradura mediano y mediterráneo. Los 
partos se inician a finales del mes de junio o principios de julio y los jóvenes 
tardan algo más de un mes en aprender a volar e independizarse. Cada hembra pare 
una única cría y es frecuente que se formen guarderías de cien o doscientas 
crías para el cuidado y la alimentación en común de los jóvenes, pudiendo una 
hembra amamantar a las crías ajenas. Llegado el mes de septiembre, cuando los 
jóvenes aprenden a volar, la población abandona la colonia de cría y se dispersa 
de nuevo, volviendo a concentrase en los refugios de hibernación sólo a la 
llegada del invierno.
 
 La madurez sexual tarda dos años en llegar y el periodo de celo se produce 
durante el otoño, siendo la fecundación inmediata al apareamiento. Sin embargo, 
el óvulo fecundado no llega a implantarse en la matriz, de forma que la 
gestación se interrumpe durante la hibernación y no se reanuda hasta la 
primavera siguiente. Este fenómeno se denomina implantación diferida y es una 
característica que diferencia al murciélago de cueva del resto de sus congéneres 
europeos y que se da también en otros mamíferos como el corzo.
 
 
 
 
 Estatus y distribución
 
 
 
 Miniopterus schreibersii schreibersii se distribuye en torno al Mediterráneo, 
por la parte meridional de Europa y el norte de África, estando ausente de las 
Islas Británicas y el norte de Francia y Alemania. En España se distribuye por 
toda la Península aunque resulta más abundante en las áreas mediterráneas más 
cálidas y en zonas de sustratos calizos, donde las grutas y cavidades son más 
abundantes.
 
 De todas las especies de murciélagos recogidas en el Catálogo Regional de 
Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias esta es 
sin duda la que mantiene mayor número de efectivos, siendo la más numerosa en 
las colonias pluriespecíficas. No obstante, es más frecuente en las áreas 
central y oriental, donde existen numerosas cavidades kársticas. Las citas en el 
área occidental silícea se limitan a túneles u otras estructuras artificiales.
 
 Su carácter, extremadamente gregario, hace que forme escasas y pobladísimas 
colonias, tanto para la hibernación como durante la cría, lo que la hace a su 
población muy sensible a la destrucción o alteración de los refugios. En 
Asturias ha debido sufrir una regresión muy notable, pues de las siete colonias 
de reproducción conocidas en los años setenta, sólo dos parecen conservar un 
estado aceptable y podrían albergar poblaciones reproductoras en torno a los 
2.000 individuos. De otras, que debieron ser muy importantes (Las Caldas, Cuevas 
de Tito Bustillo o La Cueva en Carreño) la especie parece haber desaparecido por 
completo. Se conocen no obstante al menos dos refugios temporales de cierta 
importancia. La destrucción de las colonias citadas ha sido debida a obras de 
protección de yacimientos arqueológicos, a obras de abastecimiento de aguas y a 
la intensidad de las prácticas deportivas de espeleología. El cierre inadecuado 
de la cavidad ha sido en muchos casos el detonante de la destrucción de la 
colonia, en ocasiones tapiada durante la cría.
 
 Estas amenazas que comprometen la evolución de la especie, junto con su delicada 
reproducción que hace que su capacidad de recuperación sea muy lenta, es lo que 
ha llevado a la inclusión del murciélago de cueva como especie de interés 
especial en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada 
del Principado de Asturias.
 
 Los Planes de Manejo del Murciélago de Geoffroy (Myotis emarginatus) y del 
Murciélago de Cueva (Miniopterus schreibersii) en el Principado de Asturias (BOPA 
núm. 78, de 4 de marzo de 1995) tienen como finalidad el establecer las 
directrices que permitan a ambas especies evolucionar de forma natural y de 
acuerdo con sus propias posibilidades.
 
 El ámbito de aplicación del Plan corresponde a la totalidad del territorio del 
Principado de Asturias, si bien, dado el estado actual de la especie, las 
actuaciones a emprender afectarán especialmente a aquellos puntos en los que se 
hayan localizado refugios y su entorno, así como en aquellos otros susceptibles 
de contribuir a la expansión de la especie, bien sea como área de alimentación o 
como punto de reunión o reposo.
 
 Fuente:grupos espeleologia,medio ambiente principado de 
asturias
 
 
 
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